AHÍ QUEDA ESO....

Una islita de las cosas que nunca se dirán...

Nombre:
Lugar: Asturias, Spain

sábado, septiembre 30, 2006

Stop


Ahora…

Ahora ya sé que es cierto, que me he librado de ti…

Que ya no suspiro por tus pasos,
Que ya no pongo alfombra roja al caminar de tus zapatos,
Que ya no me pierdo en tus ojos negros,
Que ya las caricias no hacen llagas en el corazón,
Que ya no sueño con tu sonrisa,
Que ya no le tengo celos al viento que puede alborotar tu pelo…

Ahora sé que todo se fue… que todo desapareció, que el telón se bajó dando por terminada la comedia…

Ahora ya sé que las ascuas de la hoguera se apagaron dentro de mí, que todo fue un sueño… que como una neblina que se disipa, me vuelvo a despertar…

Ahora… me paro en el camino…
… y reanudo la marcha en otra dirección…


PD: La foto es de Joaquin González, pasaros y vereis muchas más y mejores ;)

jueves, septiembre 28, 2006

La cadena del 4

Ashanti me pasa esta cadena... Así que, allá va:

4- Comidas favoritas:
  • La lasaña y los canelones.
  • Cualquier entrecot o chuletón bien hecho.
  • Las patatas rellenas que hace mami :D
  • La tarta de chocolate.


4-Websites visitadas: Voy a cambiarla ligeramente refiriéndome a blogs ;) Aunque sigo a bastante gente me quedo con:


4-Sitios donde quisiera estar ahora:

  • En una playa del Caribe.
  • En Cork (Irlanda) con mi prima :D
  • En un jacuzzi jejejeje!!!
  • En Paris.


4-Trabajos que me gustaria tener: Algunos ya los he tenido ;)

  • Payaso en fiestas infantiles.
  • Monitor en un campamento infantil.
  • Profesor de secundaria o de la ESO jejeje!!
  • Responsable en un acuario o zoológico (ya sabeis, la vena bióloga)


4-Comidas que no me gustan: De esta, sólo tengo tres...

  • Los frejoles.
  • Casi todos los patés, sobretodo los de la Piara :P
  • La coliflor.


4-Impresiones que la gente se lleva cuando me ve por primera vez: Esta dejaré que la respondais en los comentarios aquellos y aquellas que me conoceis, el resto podeis imaginaroslo jejejeje!!!


4-Bebidas:

  • Sidra.
  • Pacharán.
  • Cacique.
  • Coca-cola.


4-Cosas que no tienen que ver con Informática:

  • Los dibujos para colorear.
  • Las manualidades.
  • Mirar por la ventana.
  • Jugar a fútbol.


4-Cosas que no hago: Esta va a ser difícil...

  • No estudio empresariales.
  • No preparo los exámenes con tiempo.
  • Procuro no madrugar.
  • Nunca compro el pan.


4-Cosas que colecciono:

  • Bichos (insectos, arañas, escorpiones...) También es vena bióloga jejjee!!
  • Juegos para los campamentos.
  • Series antiguas.
  • Comics ;)

4-Canciones favoritas:
  • Y sin embargo... de Sabina.
  • La extraña pareja de Ismael Serrano.
  • Molinos de viento de Mago de Oz.
  • Cualquiera de Marea.


4-Libros favoritos:

  • Barrotes de bambú.
  • Las crónicas vampíricas de Anne Rice.
  • El señor de los anillos.
  • Los comics de Asterix.


4-Cuatro personas para que sigan con la cadena: no meto a nadie en el compromiso, así que, aquel o aquella que se anime ya sabe lo que le queda :D

jueves, septiembre 21, 2006

De mi para ti

Es para una chiquilla especial...

He perdido la cuenta de las veces que he intentado escribirte algo y, ahora, después de que me lo pidieras, se me acaban los dedos de las manos para contar todas las ocasiones en las que ante una página en blanco me he preparado para escribirte y ni tan siquiera había llegado al primer punto y seguido.

Sin embargo, hoy, parece que ya los dedos vuelan solos por el teclado y a la cabeza acuden mogollón de ideas, algunas mejores, otras peores pero, y es un dato importante, acuden, sin pensar, sin necesidad de darle vueltas.

Por eso, porque va a resultarte fácil de leer, porque dejaré de lado las metáforas, las antítesis, la métrica de las poesías, incluso las rimas; sé, casi a ciencia cierta y con tan solo tres párrafos que este es el texto que quería regalarte.

Tal vez suene romántico, tal vez te parezca una declaración… No sabría decirte que es lo que me guía para escribirte esto, si es amistad, cariño… o amor… Te sonará raro pero es así… bueno, más bien, yo soy así, una cabecita medio loca que se deja embaucar fácilmente por una mirada bonita.

En principio, siempre había contado con los dedos de las manos a los buenos amigos, aún ahora, lo sigo haciendo, puedo presumir de conocer a mucha gente que me considera su amigo, y yo por mi parte, sólo los considero colegas o conocidos. Te digo esto, porque a todos mis amigos, aquí dentro también pongo a las amigas, los conozco desde hace muchos años, y sin embargo… que cosas, tú tienes un huequito en ese grupo especial a pesar de sólo llevar un par de meses en mi vida.

¿Cómo lo has conseguido? Aún no me lo explico. Tal vez haya sido tú buen sentido del humor, tu carita de niña buena o esa sonrisa traviesa. No lo sé… Tal vez hayan sido las conversaciones hasta las tantas, primero en persona y luego por el Messenger o tal vez fuese el “¿Estás despierto? Joo, te duermes y no me escuchas.” O tal vez puedas decírmelo tú.

Porque quince días es mucho tiempo, pero hasta ahora pensaba que era insuficiente para conocer a alguien, o lo que es peor para desear seguir conociendo a ese alguien. Y ese alguien es esa niña rizosa, sí la misma que esta leyendo estas líneas ahora mismo.
Si hubiese sabido, cuando firmé aquel contrato para el campamento, que te iba a conocer, hubiese ido gratis. No podía ni imaginar que encontrará a una personilla como tú, entre tantos pequeños diablillos.
Y tan sólo queda decir que cada vez que te veo, por dentro me siento como si anduviese entre las estrellas, confiándoles mis dudas, mis ilusiones y escuchando su arrullo; así es como me siento cuando estoy cerca de ti… Bueno o malo… No sé cómo lo verás tú…

Ahora ya sólo queda la parte de los secretos… Aunque alguno ya te he contado y algún otro se adivinará… De todas maneras, ahí va algo para tus cotilleos que tanto te gustan…
Me preguntaste en una ocasión si lo que escribía tenía nombre y cara, te dije que algunas cosas sí; lo que no te conté fue que la poesía que colgaste en tu espacio la escribí, casi entera, pensando en ti; así que puedes considerarla también como parte de estas líneas.
También tengo que confesarte que sueño contigo muchas veces, no sé si has sido tú la que quiere meterse en mis sueños o he sido yo él que te ha metido en ellos…
Y el último secretito por ahora, que sino no tendré ninguno que guardarme, es que disfruto mucho hablando contigo y que nuestras conversaciones de “besugos” por Internet se han hecho un huequito en mi rutina y eso que yo a las diez siempre lo apagaba…

En fin, que aunque este texto parezca largo, seguro que no lo es, que lo leerás de un tirón y seguramente pedirás más. Espero que te guste, porque no se si sabrás que no pienso releerlo ni arreglarlo, a lo sumo le paso el corrector por si se escapó alguna tilde.

Pues nada chica lo dicho (me encanta esa frase), hasta que nos veamos.

Con cariño.

lunes, septiembre 18, 2006

Historia IV

El último trocito que tengo.... No sé me ocurre anda más, tal vez sea falta de ganas o de inspiración o ir vosotros a saber...
Enfin, que si saco fuerzas para algo más lo colgaré, aún así si alguno de vosotros se atreve a seguirla, se lo agradeceré jejeje!!!

“Nada, se acabaron las preocupaciones.”
“¿Seguro? Si te sientes mejor, no me importa escucharte.”
“Nada de eso. Me senté aquí con el propósito de conocerte, así que…”


Nati bajó la mirada y sonrió.

“Carnet de identidad”
“¿Qué?”


Sus ojos verdes me miraron sin entender. Al ver su carita de desconcierto, no pude evitar reírme.

“¿Qué pasa? ¿Por qué quieres mi carnet?”
“No quiero tu carnet; así llamamos a las primeras preguntas que les hacemos a las chicas.”

Soltó un suspiro de alivio, había comprendido el juego y quería participar.

“Adelante, pregunta.”
“Nombre, edad, lugar de residencia, estudios o trabajo y estado civil. Esta última referencia es fundamental para mi.”
“Soy Natalia, tengo 20 años recién cumplidos, vivo en Valencia, aunque estudio en Gijón, estoy en el último año de enfermería y estoy soltera y sin novio a la vista; aunque esta situación podría cambiar en unas horas, así que date prisa.”


Tras contestarme, me guiñó un ojo. Casi consigue que me atragante con la bebida. Cuando conseguí dejar de estar rojo y el aire volvió a llegar con facilidad a mis pulmones, volví a preguntar.

”¿Vives en Gijón desde hace mucho?”
“Ya llevo tres añitos allí.”
“Vaya, nunca te había visto.”
“Sinceramente durante el año, salía poco por culpa de estudiar. Y en vacaciones me iba a Valencia a ver a mi novio… Bueno… a mi ex.”
“¿Qué pasó?”
“Que al señorito no le bastaba con una para las vacaciones, sino que necesitaba a otra para el resto del año. Este año, por Semana Santa, no me fui, porque estaba preparando asignaturas, y me llamó una chica contándomelo todo. Que se acababa de enterar por otro lado de que él tenía novia y que se sentía muy mal.”
“¿Y cómo te lo tomaste?”


Nati sonrió con la mirada perdida en algún punto del cielo…

“Me sorprendí a mi misma diciéndole que no me importaba, que para mí él había muerto. Así que este verano no tenía nada a lo que ir a Valencia.”
“¿Y tus padres?”
“Me vinieron a ver. Y en cuanto se fueron ellos, llegaron mis amigas, a las que conociste antes y que tan buenas migas hicieron con tus colegas.”
“En el fondo, son buenos chicos y enseguida se hacen querer.”
“Puedo dar fe de ello.”


Nati se recostó contra mi hombro y lentamente me hizo abrazarla. Pasamos unos minutos, jugando a entrelazar los dedos, sonriendo como dos locos enamorados…

“Ahora tu. Las mismas preguntas.”
“¿Preguntas?”
“Tu carnet de identidad.”
“Me llamo Toni, tengo 21 años, vivo en Gijón, trabajo en lo que puedo y estoy soltero y sin compromiso alguno.”
“Esa es una buena información.”


Pasaron los minutos, tenía sed, tenía ganas de otro mojito, pero tampoco quería romper el ambiente que habíamos creado.

De repente y sin darme cuenta, estaba olvidando problemas y dolores de cabeza y estaba disfrutando de la noche, cosa que me había sido imposible desde hacía varias semanas.

“¿Sabes?”
“Dime.”
“Me llamaste la atención en cuanto nos cogiste la silla.”
“Pues no veas el susto que me llevé cuando os ví sentadas con mis colegas. A veces son bastante bestias.”
“Os oímos lo de la caja de sidra y cómo el camarero pasaba de nosotras, pues les pedimos ayuda.”
“¿Y cómo acabasteis en la misma mesa?”
“Nos ofrecieron sentarnos con ellos, porque el camarero que traían estaba en la barra.”
“No me extraña nada. Saben de sobra echar sidra, alguno hasta trabajó conmigo en una sidrería.”
“Pues nos dijeron que sólo sabías tú. Y qué como no sabían lo que tardarías, lo mejor era que nos sentáramos con ellos.”
“En el fondo, se lo agradezco.”
“¿Por?”
“Me dieron la oportunidad de conocerte.”
“Te hubiese visto igual a lo largo de la noche.”
“Tal vez, pero después de algo de sidra, no creo que te acercaras.”
“Entonces, trae algo con lo que brindar por tus amigos.”
“¿Otro mojito?”
“Sí, pero esta vez pago yo.”
“Ni hablar, eres estudiante.”


La deje refunfuñando y protestando aunque sin mucha convicción y volví a sumergirme en el montón de gente que estaba en la barra de la carpa.
Conseguí abrirme hueco entre un grupo de gente y pedí rápidamente a la camarera que se acercaba.

“¿Ya estás de vuelta? Jolines, con lo que tardo yo en pedir.”
“Hay que tener un poco de cara, sino te pasas la noche en la barra.”
“Yo pensaba que valía con el escote.”


La respuesta me pilló por sorpresa. Al ver mi cara, Nati se echó a reír, yo tampoco aguanté la risa, así que nos reímos un buen rato.

“Eso también funciona, sobretodo cuando el camarero es un tío.”
“O sea que ya sé lo que tengo que hacer para que me sirvas rápido si voy a tu bar…”
“Si, vienes a verme alguna vez, no necesitarás escote. Sólo esa sonrisa…”


Nati bajó la cabeza, pero pude ver como se le coloreaban las mejillas. Sin darnos cuenta, nos habíamos acercado demasiado y ahora ella estaba casi sentada sobre mis rodillas. Poco a poco, levantó la cabeza y nos quedamos mirándonos, en mi cabeza saltó el chip que me decía lo que tocaba hacer, acercarme a ella y besarla, pero no me atreví, no sé muy bien porque, pero no conseguí moverme de donde estaba sentado.

De pronto, la voz de uno de mis colegas, nos bajó de nuevo a la Tierra.

“¡Toni!”
“¡Carlos! ¿Qué haces por aquí?”
“Vinimos a ver si te veíamos, porque como nos dejaste tirados…”


Detrás de Carlos llegó toda la tropa, Nati y yo nos levantamos para recibirles. Las chicas se apartaron un poco y empezaron a cuchichear. Por el rabillo del ojo, pude ver a Nati ponerse colorada, así que supe qué clase de preguntas le estaban haciendo.

“Oye, que nosotros nos vamos para Gijón para seguir allí la fiesta. Como tenemos dos coches cogemos bien los ocho, ¿venís?”

Busqué con la mirada a Nati y ella asintió con la cabeza.

“Vale, vale, vamos.”

martes, septiembre 12, 2006

Historia III

Aquí os dejo otro trocito... Enfin que se me van acabando las ideas :P

“No te preocupes, no tiene importancia.”
“Por cierto, tenías razón, el mojito está
realmente bueno.”

Le devolví la sonrisa. Cada vez me encantaba más aquella chica. A pesar de casi no saber nada de ella, tenía la sensación de conocerla desde hacía mucho tiempo.

“Antes me dijiste que no me conocías. Eso podemos arreglarlo.”
“Me encantaría, de verdad.”


La cogí de la mano y la llevé al parque cercano a la plaza. Había varios grupos de chavales haciendo botellón, pero, por suerte encontramos un banco libre para sentarnos.

“Bien. ¿Qué quieres saber sobre mi?”

Por primera vez en toda la noche, el sorprendido no era yo, era Nati. Tardó varios minutos en contestar, parecía debatirse entre hacer una pregunta o no hacerla. Decidí animarla…

“Puedes preguntarme lo que quieras.”
“No contestes si no quieres, ¿de acuerdo?”
“De acuerdo.”
“¿Quién es ella? Antes cuando estabas contemplando el anochecer, estabas como ido, como en otro momento y con otra persona…”
“Era mi mejor amiga.”
“¿Era?”
“Si, desde que una tarde nos dijimos de todo.”
“¿La querías cómo algo más?”
“Pues sí… No sé… Ya sabes, el roce hace el cariño y del cariño surge el amor…”
“Entiendo… ¿Y nunca se lo dijiste?”
“Lo intenté varias veces, pero en el último instante me echaba para atrás. Tenía miedo de estropear nuestra relación.”
“Pero ella se daría cuenta, ¿no? Nunca te dijo nada.”
“Nunca. Así que…”

Guardé silencio durante unos segundos, sinceramente no quería ponerme a llorar delante de Nati…

“¿Qué?”
“Nada. Por que creo que ya te dí la brasa lo suficiente.”
“Fui yo la que empezó. Además, no me aburres.”


Levanté la vista hacia el cielo, la noche era clara y despejada, podían verse todas las estrellas, incluso algún avión que llegaba al aeropuerto cercano…

“Cuéntame que pasó entre vosotros…”
“Buf… Una típica escena de pareja celosa. Estuvo con un ex con el que había quedado a mal, además se había portado muy mal con ella. Aquel día yo había salido con los colegas, así que cuando la ví… Bueno, puedes imaginarte que iba medio borracho y, en esos casos, me pongo pila irónico. Dije alguna cosilla que debería haberme callado, discutimos y se fue.”
“¿No la llamaste?”
“No. Sabía que había metido la pata, aunque ella también había puesto de su parte, sin embargo, no me atreví…”
“Tal vez sea orgullo…”
“Tal vez… Aunque me lo tragué muchas veces para dar la cara por ella y poner la otra mejilla.”
“¿Y de verdad no hay solución?”
“No lo sé. Me gustaría que todo se arreglase, pero…”
“Pero…”


Nati intentaba ayudarme a seguir, pero no pude; tenía demasiadas preguntas sin respuesta en la cabeza.Levanté la vista para contestarle, pero al mirarla me di cuenta de que estaba siendo injusto; no podía soltarle todas mis preocupaciones así de golpe, además yo no quería hablar sobre mi amiga, quería conocerla a ella.

Continuará...

viernes, septiembre 08, 2006

Historia II

Por primera vez en toda la tarde sonreí. Me empezaba a interesar Natalia; no sabía muy bien por qué, pero estaba empezando a interesarme de verdad por ella.
Me levanté después de que lo hiciera Natalia. Como ya esperaba, la inquisición apareció.

“¿A dónde vais? Aún queda mucha sidra por beber.”

No me apetecía mandarlos a la mierda; por suerte, Natalia fue más rápida en encontrar una contestación.

“Me va a llevar a dar un paseo y a lo mejor nos enrollamos, ¿pasa algo?”
“No, no…”
“Creía, porque vosotros seis llevais cerca de diez minutos comiendoos los morros mutuamente, sin pedir ni un trago de sidra… Vamos Toni.”


Estaba alucinado, me agarró del brazo y me arrastró hacia el paseo de la playa. Aún no había asimilado las palabras de Natalia. Había dejado las cosas claritas y a juzgar por la cara de mis colegas y de sus amigas, no creo que nadie se lo hubiese esperado.
Comenzamos a caminar hacía la feria, bueno en realidad, la única que caminaba era ella, yo estaba siendo, literalmente, arrastrado.
Apenas nos habíamos alejado unos cuantos metros de la terraza, cuando Natalia volvió a hablar.

“Puedes cerrar la boca, te va a entrar un pájaro.”

Yo seguía totalmente ausente, no la escuchaba, seguía pensando en lo que acababa de pasar.

“¿Te ha comido la lengua el gato?”
“¿Qué? Perdona… estoy un pelín desconcertado.”
“No te preocupes, no te voy a violar ni nada por el estilo; simplemente fue lo primero que se me ocurrió para callar posteriores risitas y chismorreos.”
“Buff, no sabes el peso que me has quitado de encima.”

Continuamos caminando, le fui explicando algo sobre el pueblo, un poco de su historia, de la gente, de los platos típicos, algo sobre los edificios que íbamos pasando. Natalia escuchaba muy atenta, a veces me preguntaba alguna cosa, sobre lo que acababa de decirle o sobre alguna frase que no entendía, pero la mayor parte del tiempo permaneció callada.
Recorrimos el pueblo tranquilamente, cuando llegamos nuevamente a la plaza mayor, en la que había situada una carpa, a modo de chiringuito…

“¿Te apetece tomar algo?”
“Si, porque estoy seca. Pídeme un malibú.”
“¿Malibú?”
“Sí con piña.”
“Mejor un mojito. En esta carpa los hacen muy bien.”
“Bueno… De acuerdo.”
“Vengo en unos minutillos.”

Tras guiñarle un ojo, me dirigí hacia el barullo de gente que se amontonaba en la barra para conseguir la ansiada bebida. Apenas había dado un par de pasos cuando Natalia me llamó…

“¡Toni!”
“Dime.”
“Llámame Nati.”
“Vuelvo ahora, Nati.”


Me alejé de ella y de su sonrisa. En el paseo por el pueblo, pude observarla tranquilamente. Era una chica alta, más o menos de mi misma talla, era morena y tenía unos bonitos ojos verdes. ¿Atractiva? Lo era y mucho, o por lo menos eso me pareció a mí. Físicamente, no estaba nada mal. Lucía una minifalda que dejaba al descubierto unas piernas morenas impresionantes, llevaba una camiseta de tirantes, de escote poco pronunciado, pero muy sugerente.
Por un momento, mientras pedía las bebidas me recordó a mi antigua amiga. Se parecían bastante, no físicamente sino en su forma de ser, eran chicas simpáticas, cariñosas, agradables, con las que se podía hablar de cualquier cosa. Decidí apartarla a ella de mi cabeza y pensar solamente en Nati.

Cuando me volví para regresar junto a ella, la ví rodeada por varios buitres; enseguida se percató de mi mirada y cruzó la suya con la mía pidiéndome auxilio. Me acerqué lentamente, pedí perdón y le ofrecí la copa.

“¡Gracias cielo!”

Me besó en la mejilla… Fue corto, apenas un breve roce de los labios, pero fue suave y tierno. Los buitres que aún seguían a su alrededor, profirieron un resoplido de desilusión, al verla aún colgada de mi cuello, y desaparecieron tan rápidamente como habían aparecido.
Nati, lentamente se separó de mí y bebió un sorbo de su copa.

“Lo siento.”
“¿El qué?”
“El beso. No sé si tienes novia, si te gusto, vamos que ni siquiera te conozco, pero quería deshacerme de esos pesados.”

Continuará....