Es para una chiquilla especial...He perdido la cuenta de las veces que he intentado escribirte algo y, ahora, después de que me lo pidieras, se me acaban los dedos de las manos para contar todas las ocasiones en las que ante una página en blanco me he preparado para escribirte y ni tan siquiera había llegado al primer punto y seguido.
Sin embargo, hoy, parece que ya los dedos vuelan solos por el teclado y a la cabeza acuden mogollón de ideas, algunas mejores, otras peores pero, y es un dato importante, acuden, sin pensar, sin necesidad de darle vueltas.
Por eso, porque va a resultarte fácil de leer, porque dejaré de lado las metáforas, las antítesis, la métrica de las poesías, incluso las rimas; sé, casi a ciencia cierta y con tan solo tres párrafos que este es el texto que quería regalarte.
Tal vez suene romántico, tal vez te parezca una declaración… No sabría decirte que es lo que me guía para escribirte esto, si es amistad, cariño… o amor… Te sonará raro pero es así… bueno, más bien, yo soy así, una cabecita medio loca que se deja embaucar fácilmente por una mirada bonita.
En principio, siempre había contado con los dedos de las manos a los buenos amigos, aún ahora, lo sigo haciendo, puedo presumir de conocer a mucha gente que me considera su amigo, y yo por mi parte, sólo los considero colegas o conocidos. Te digo esto, porque a todos mis amigos, aquí dentro también pongo a las amigas, los conozco desde hace muchos años, y sin embargo… que cosas, tú tienes un huequito en ese grupo especial a pesar de sólo llevar un par de meses en mi vida.
¿Cómo lo has conseguido? Aún no me lo explico. Tal vez haya sido tú buen sentido del humor, tu carita de niña buena o esa sonrisa traviesa. No lo sé… Tal vez hayan sido las conversaciones hasta las tantas, primero en persona y luego por el Messenger o tal vez fuese el “¿Estás despierto? Joo, te duermes y no me escuchas.” O tal vez puedas decírmelo tú.
Porque quince días es mucho tiempo, pero hasta ahora pensaba que era insuficiente para conocer a alguien, o lo que es peor para desear seguir conociendo a ese alguien. Y ese alguien es esa niña rizosa, sí la misma que esta leyendo estas líneas ahora mismo.
Si hubiese sabido, cuando firmé aquel contrato para el campamento, que te iba a conocer, hubiese ido gratis. No podía ni imaginar que encontrará a una personilla como tú, entre tantos pequeños diablillos.
Y tan sólo queda decir que cada vez que te veo, por dentro me siento como si anduviese entre las estrellas, confiándoles mis dudas, mis ilusiones y escuchando su arrullo; así es como me siento cuando estoy cerca de ti… Bueno o malo… No sé cómo lo verás tú…
Ahora ya sólo queda la parte de los secretos… Aunque alguno ya te he contado y algún otro se adivinará… De todas maneras, ahí va algo para tus cotilleos que tanto te gustan…
Me preguntaste en una ocasión si lo que escribía tenía nombre y cara, te dije que algunas cosas sí; lo que no te conté fue que la poesía que colgaste en tu espacio la escribí, casi entera, pensando en ti; así que puedes considerarla también como parte de estas líneas.
También tengo que confesarte que sueño contigo muchas veces, no sé si has sido tú la que quiere meterse en mis sueños o he sido yo él que te ha metido en ellos…
Y el último secretito por ahora, que sino no tendré ninguno que guardarme, es que disfruto mucho hablando contigo y que nuestras conversaciones de “besugos” por Internet se han hecho un huequito en mi rutina y eso que yo a las diez siempre lo apagaba…
En fin, que aunque este texto parezca largo, seguro que no lo es, que lo leerás de un tirón y seguramente pedirás más. Espero que te guste, porque no se si sabrás que no pienso releerlo ni arreglarlo, a lo sumo le paso el corrector por si se escapó alguna tilde.
Pues nada chica lo dicho (
me encanta esa frase), hasta que nos veamos.
Con cariño.