AHÍ QUEDA ESO....

Una islita de las cosas que nunca se dirán...

Nombre:
Lugar: Asturias, Spain

sábado, abril 16, 2005

Olvido

Harto de pasar noches sin dormir, de verte en cada rincón, he decidido pasar el Leteo. El arrullo del mar, permite que mis pensamientos se dirigan hacia ti... quizás sea esta la última vez...
Caronte, con su voz trémula, me pregunta si estoy decidido a subir a su barca... Por un momento reflexiono, vuelvo a recordar tu sonrisa, tu mirada, tu cuerpo... Con un leve movimiento de cabeza, asiento sin mirar la cara de mi gondolero particular, "por favor, llévame a la ribera del olvido..."
¿No hay nada que te una a esta orilla? ¿Ni un perfume, ni unas caricias, ni tan siquiera una palabra?
Miro por encima de mi hombro, para no enfrentarme a sus ojos tristes, y te veo detrás de mi, como una sombra a la que nunca podré dar alcanze, despidiéndome con la mano, "Nada" es mi respuesta...
Comienza a remar, el chapoteo del agua me envuelve, me acomodo en la barca y, por fin, puedo cerrar los ojos, mientras voy acercándome a la ribera del olvido...

sábado, abril 09, 2005

Pero...

No sé por que puerta entró, ni de que forma acabé bailando con ella. Sólo sé que consiguió hacerme escapar de ti. Por primera vez, comprendí que solo eras un sueño, que como tal, puede o no cumplirse.
Nos besamos sin hablar, sin pedir permiso a nadie, sin buscar una mirada aprobatoria; me abracé a ella como si fuese mi salvavidas, como si fuese mi última oportunidad de escapar de ti. Ella aceptó el reto, me abrazó, me besó, me dio mimos, como si de verdad yo le importase...

Nuestros dedos dejan de entrelazarse, nuestros labios ya no se retan a tocarse; comprenden que todo llega a su fin, y otra vez vuelve tu presencia a caer sobre mi como una losa.
Me pide el teléfono para volver a quedar, le doy largas, prefiero apuntar su número en mi página de olvidos... Podría llamarla, podría volver a besarla, podría volver a probar su encanto, su cuerpo, sus labios; pero...

Pero...

No sé por que puerta entró, ni de que forma acabé bailando con ella. Sólo sé que consiguió hacerme escapar de ti. Por primera vez, comprendí que solo eras un sueño, que como tal, puede o no cumplirse.
Nos besamos sin hablar, sin pedir permiso a nadie, sin buscar una mirada aprobatoria; me abracé a ella como si fuese mi salvavidas, como si fuese mi última oportunidad de escapar de ti. Ella aceptó el reto, me abrazó, me besó, me dio mimos, como si de verdad yo le importase...

Nuestros dedos dejan de entrelazarse, nuestros labios ya no se retan a tocarse; comprenden que todo llega a su fin, y otra vez vuelve tu presencia a caer sobre mi como una losa.
Me pide el teléfono para volver a quedar, le doy largas, prefiero apuntar su número en mi página de olvidos... Podría llamarla, podría volver a besarla, podría volver a probar su encanto, su cuerpo, sus labios; pero...