AHÍ QUEDA ESO....

Una islita de las cosas que nunca se dirán...

Nombre:
Lugar: Asturias, Spain

domingo, mayo 28, 2006

Cansado

Cansado de correr
por los minutos previos al amanecer;
Cansado de beber
de labios que no tienen sed;
Cansado del roce de tu piel,
de tus ojitos color miel,
Cansado de esperar
las caricias que prometes pero no das,
Cansado de oir,
este no es el momento,
Cansado de vivir,
pendiente de tus caderas...
Cansado de estrecharte entre mis brazos
y verte escapar como humo de entre mis manos...

Y es que...
"Yo sólo quiero poner besos,
en cada paralelo y meridiano
de tu cuerpo..."

lunes, mayo 22, 2006

Contemplando...

La contemplaba desde hacía tiempo atrás… No era difícil, ya que se sentaba siempre en la misma mesa, rodeada de las mismas amigas de siempre, lo único que variaba del cuadro en general, a parte de la ropa, era el acompañante masculino que solía sentarse a su lado.

La contemplaba desde la otra esquina de la terraza… La veía llegar, la veía sentarse, la veía hablar, gesticular sonreír incluso besar a su pareja. Le encantaba verla hablar, gesticulaba mucho, moviendo casi constantemente las manos.

La contemplaba embobado, pasaba minutos y minutos, incluso horas casi sin pestañear, sin atender a sus amigos, sin prestarle atención a la cerveza, sin estar en el mundo.

La contemplaba sin dejar de imaginar posibles conversaciones entre ellos, conversaciones que nunca tendrían lugar, sólo en su cabeza, en sus sueños…

La contemplaba a pesar de que sabía que nunca se atrevería a mirarla a los ojos y decirle lo que sentía. En su cabeza, todo sonaba cursi y ridículo; muy lejos de lo que realmente ella significaba…

miércoles, mayo 17, 2006

A otra cosa...

Todo se había vuelto calma…
Hasta que la nube que amenazaba lluvia irrumpió en el cielo azul.


Parecía que ya la primavera empezaba a asomarse entre los cortos días del invierno, parecía que por fin el sol iba a barrer a un lado las lluvias y los temporales… Sin embargo, fue solo eso, fue sólo un parecer…

De mantenerte apartada de mis recuerdos, saltaste a primera línea sin quererlo, eso lo sé yo, simplemente, mis propios pensamientos me han vuelto a jugar una mala pasada.
Apareciste de golpe en mi sueño, como una actriz secundaria que sale en una película y al que nadie le presta atención, sólo que yo si te presté atención; es más me perdí entre tu caminar…

Y ahora vuelvo a echarte de menos; como antes, sigo sin acostumbrarme a no tenerte cerca, a no sentirte a mi lado.


Todo se había vuelto calma…
Hasta que en mis sueños volviste a entrar tú.

sábado, mayo 13, 2006

Relato (XII)

...y llegó el final... :D

La discoteca estaba bastante llena, aún así encontraron un sitio en una esquina donde estar a gusto sin ser molestadas por la gente que pasaba continuamente para un lado y otro. Enseguida se tiraron a la barra a pedir y a coquetear con los camareros, a los que conocían de pasar muchas noches en aquella disco.

Lety y Dani llegaron los últimos, como no, cogidos del brazo y riéndose entre susurro y susurro al oído. Pero todas sabían que no iban a durar mucho así, casi todo el mundo, sobretodo los tíos, conocían a Lety y más de uno hubiese dado cualquier cosa por estar en la situación de aquel desconocido de melena que entraba cogido de su brazo.

“Ahora todos estos pesados…”

Un grupo de chicos, todos amigos de Óscar se acercaban a saludarla…

Hombre Lety, ¿cómo tú por aquí?
Es el cumple de Pau.
Está Óscar fuera, ¿le digo que entre?
A mí como si lo mandas subirse a una silla.
No seas así, te pidió perdón.
Me da igual, además hoy vengo acompañada.


Hizo un gesto señalando a Dani que en ese momento estaba intentando colocar la chaqueta sobre un montón de cazadoras sin que se cayeran al suelo, la verdad es que estaba sufriendo y maldiciendo por dentro a las condenadas cazadoras. Finalmente, lo consiguió, se alejo unos pasos y miró amenazadoramente al montón de ropa, después se giró y se encontró con la mirada divertida de Lety y las miradas atónitas de unos chicos que no conocía de nada.

¿Ese es tu acompañante?
¿Cambiaste a Óscar por ese…?
Sí, ¿pasa algo? Óscar nunca será ni la mitad de hombre que él.


Dicho esto Lety se giró y caminó hacia Dani…

“Ahí viene… Joder, está preciosa…”

¿Qué tal la batalla? – Le examinó la cara. Veo que no tienes ningún arañazo.
Creo que les he dado una buena lección a las cazadoras y eso que eran muchas más.


Lety no pudo reprimir la risa, no había parado de reírse desde que salieran de cenar, era un chico encantador y muy divertido.

¿Tomas algo?
Barceló… pero no pagues hasta que vuelva…
¿A dónde vas?
Al baño, señorita cotilla.


Como respuesta Lety le pegó un empujón cariñoso, pero Dani no se lo esperaba y estuvo a punto de tirar las cazadoras que tanto esfuerzo le había costado colocar.
Aún riéndose, Lety se apoyó en la barra, esperando que algún camarero la atendiese…

“En cuanto vuelva bésalo… No, todavía no… Va a amanecer, espabílate… ¿Y si no quiere? Te come con los ojos, está loquito por ti y tú por él… No estoy segura de eso… ¿De sus sentimientos? ¿O de los tuyos? De nada…”

Mientras Lety se debatía en sus pensamientos, Dani salía del baño, nada más poner un pie fuera, un grupo de chicas lo abordaron…

Hola, ¿cómo te llamas?
Dani.
Yo soy Lorena y estas son mis amigas Alicia y Lucía.
Encantado.
Nunca te habíamos visto por aquí, ¿eres de fuera?
Más o menos…


Cuanto más hablaban, más veces la mirada de Dani se desviaba hacia Lety, que en la barra, estaba hablando con unos chicos, no parecía nada contenta, en ese instante sintió ganas de protegerla.

Lo siento chicas, ha sido un placer conoceros, pero me esperan en la barra.
Lástima.


Se despidió de ellas con una sonrisa y se dirigió sorteando gente hacia la barra. Mientras se acercaba Lety desvió la mirada de su interlocutor como buscando a alguien, nada más encontrar la mirada de Dani, sonrió. Éste le sacó la lengua y le hizo burla con las manos, Lety enrojeció al instante y le sacó la lengua, mientras se llevaba un dedo a la cabeza y le indicaba que estaba loco.

“Sólo por ti…”

Lety despachó al chico con el que estaba hablando, nada más cruzar la mirada con Dani, lo estaba esperando de espaldas a la barra, pero algo fallaba, tardaba en llegar.
Dani estaba parado a escasos cinco pasos de Lety, la observaba tranquilamente, era perfecta, no le extrañaba nada lo solicitada que había estado desde que entraron. Se acercó a ella…

“Bésala… No quiero estropearlo… Si no la besas, lo estropearás…”

Perdone señorita, ¿está sola?

Lety sonrió, sabía que era Dani. Sin girarse, contestó…

He venido acompañada…
¿Por un chico?
No, con unas amigas…
Interesante… ¿Y no tiene a ningún chico esperándola?

Más o menos... Aunque todo depende de lo que busque usted…

Dani se acercó un poco más. Lety podía sentir su respiración en el cuello. Por un momento, estuvo tentada a darse la vuelta, pero dejó que fuese él quien llevase la iniciativa.
Uno de los dedos de Dani se deslizó sobre sus hombros y un escalofrío le recorrió la espalda. Él lo notó y acercó sus labios al oído de ella…

¿Tiene frío? Acaba de estremecerse…
Por favor, no vuelva a hacerlo… Puede acabar gustándome.

Dani repitió la caricia, pero esta vez, sus labios se posaron en su clavícula, justo en la base del cuello. Lety ladeó la cabeza, invitándole a seguir, pero Dani solamente le rozó el cuello…

No puede irse ahora… ¿Tendré que darme la vuelta y obligarle?

Lety cogió las manos de Dani y las acomodó en su cintura, por un momento, se quedaron quietos, sin hacer ningún movimiento. Sin embargo, poco a poco, los labios de Dani empezaron a besarla en el cuello…

“Date la vuelta tonta, gírate…”

Lentamente Lety se dio la vuelta, sus miradas quedaron enfrentadas… Amor, ternura, pasión contenida y muchas cosas más podía leerse en aquellos ojos…

Quizás debería robarle un beso y marcharme, antes de que aparezca su acompañante.
Pero tal vez yo prefiera que se quede…


Dani se inclinó para besarla, pero por un momento y a escasos centímetros, se detuvo en seco; Lety abrió los ojos…

¿Qué te pasa?
Nada… Por un momento pensé que pasaría como en alguna película…
¿El qué?

Algún empujón en el último instante… Ya sabes…

Lety negó con la cabeza mientras sonreía abrazada a él…

No tienes remedio… En el fondo, creo que tendré que ser yo la valiente…
A mi no me tocó mucho de valiente…


Poco a poco la distancia que los separaba fue desapareciendo, los labios se rozaron y una descarga les recorrió cada célula del cuerpo. El primer roce casi imperceptible abrió la llave de la pasión que se desbordó; por un momento, los labios y las lenguas perdieron la compostura, mientras las manos pasaban de miradas puritanas… Los cuerpos se pegaron como con pegamento, los corazones latieron al unísono y las respiraciones se sincronizaron…

Instantes después, la euforia había pasado, los labios apenas se despegaron pero enseguida se estiraron en una sonrisa…

Creo que me ha gustado… Puede repetirlo si quiere…

Dani obedeció casi al instante, pero esta vez hizo de rogar el beso, retirando la boca en el momento en que Lety se abalanzaba hacia ella…

Deje de hacer eso o se llevará un golpe en las mismísimas partes…

Lety sonrió, cuando vio la cara de asombro de Dani. Sin embargo, a pesar de la amenaza, Dani siguió provocándola, pero cedió rápidamente a las insistencias de ella…
Cuando volvieron a separarse…

Creo que se me ha olvidado pedir en la barra…
No te preocupes, ya tengo lo que quería…
¿De verdad?
Claro, no osaría mentirte nunca…
Y yo discutiendo conmigo misma si sería buena idea besarte…
¿Ha sido buena idea?
La mejor que he tenido, desde que te pregunté si me dejabas usar el libro de procariotas en la biblioteca el otro día.


Dani sonrió… Lo recordaba nítidamente, incluso recordaba que se había llamado a sí mismo estúpido e imbécil…

Ahora sólo queda una cosa.

Lety le miró con cara de asombro, sin comprender…

La clase de baile que me habías prometido.
¿Te parece un baile lento?


Lety cruzó sus brazos sobre el cuello de él y lentamente empezaron a moverse, muy despacio, sin importarles la música ni la gente que los miraba sorprendidos…

Bailas bien, eres un mentiroso…
Nada de eso, es que eres buena maestra…

Volvieron a besarse, mientras la gente susurraba y los señalaba con el dedo.
Desde la esquina, Paula y las demás amigas de Lety, no se perdían detalle de la parejita feliz…

Vámonos de aquí, Hay mucha gente.
Voy a por las cazadoras y te sigo, no te me escapes.
Procura que no te mate ninguna…


Dani la beso y se alejó hacia las chaquetas. Nada más llegar mientras intentaba cogerlas sin tirar nada, tuvo que aguantar las amenazas de muerte de las amigas de Lety.

Pórtate bien, por que sino puede ser lo último que hagas.
Cuídala y dale muchos mimos.
Vamos a dar una vuelta, no cambiamos de ciudad.
Por si acaso…


Dani las dejó como caso perdido y una vez recuperadas las chaquetas, se dirigió a la salida, donde Lety lo esperaba discutiendo acaloradamente con Óscar.

Te he dicho que me dejes en paz.
Pero si yo…
No hay “peros” que valgan, ¡lo nuestro se acabó!
¿Cómo puedes decir eso? Si en el fondo me quieres.
Tienes razón…
¿Ves?
¡Te quiero con una piedra al cuello y en el fondo del mar!
Dame una oportunidad, en el fondo sé que no piensas eso.
En el fondo eres un poco lelo… Además, ya tengo novio…
¿Sí? Preséntamelo para que pueda partirle la cara.
Tú no vas a hacerle nada a nadie, calzonazos.


Óscar levantó el puño en señal de amenaza, pero Dani rápidamente atrajo a Lety hacia sí y la separó a una distancia prudencial de Óscar.

Este es mi novio, se llama Dani.
Vaya, vaya, ¿me cambias por el bicho raro?
¡Tú me cambiaste por la zorra esa!
Te da diez mil vueltas cómo tía.
Y tú a él no le llegas ni a la suela del zapato cómo hombre.


Lety dio por terminada la discusión, cogió a Dani por el brazo y lo arrastró hacía el parque cercano; una vez allí lo sentó en un banco, mientras ella aún acalorada y enrabietada, andaba de un lado para otro. Dani no sabía que decirle, es más, no se atrevía a decirle nada, por miedo a la posible represalia…

¿Lety?

No obtuvo respuesta, ella siguió caminando, maldiciendo para sí a Óscar que le había aguado la noche…
En uno de sus paseos, Dani la cogió del brazo y cómo había hecho antes, la atrajo hacía sí; Lety se dejó caer en sus rodillas y rompió a llorar…

No llores, por favor…

Intentó consolarla, pero no hubo manera, así que dejó que se desahogará sobre su pecho. Aquella situación, le hizo recordar a muchas de las noches de fiesta con Claudia, habían terminado la noche así más de una vez, ella llorando sentada sobre él y él intentando consolarla; siempre por algún problema con su novio de turno; sólo que esta vez, no se trataba de ningún novio…

Lo siento, Dani…

Lety había dejado de llorar, pero aún así, seguía hipando…

Soy una tonta…

Le miró y Dani pudo ver cómo las lágrimas habían hecho resbalar el poco maquillaje de sus ojos…

Pensarás que soy una imbécil y una niñita de papá… En el fondo tienes razón…
No digas tonterías, niñita de papá…


La besó en los labios…

Te quiero tal cómo eres… Cariñosa, simpática, decidida… Le plantaste cara a Óscar…
Ya pero ahora querrá pegarte…
No te preocupes por eso…
¿Cómo no voy a preocuparme? Tiene muchos amigos y todo por mi culpa…
Tendrá a todos los amigos que quiera, pero yo te tengo a ti y con eso me basta y me sobra…


Lety se abrazó más fuerte a él…

Nunca pensé que estaría aquí sentada contigo…
Ni yo pensé que me invitaras a salir.


Se besaron por enésima vez aquella noche…

¿Sabes?
Dime…
Tenía miedo de que no te gustase, de pasarme de fresca…


Dani desvió la vista hacia el borde de la falda de Lety y le acarició las piernas…

Pues creo que te has pasado… aunque eso me encanta.

Volvió a besarla… Poco a poco, las luces de la noche se fueron extinguiendo; muy despacio, el sol fue abriéndose paso entre las estrellas…
Se levantaron aún besándose y abrazados se dirigieron a casa; sabían que habían empezado algo que deberían continuar, aunque su noche había terminado, otras noches empezarían para ellos…

Espero que les haya gustado... Yo por lo menos he disfrutado escribiéndolo... Ya saben para cualquier duda, crítica, alabanza, etc por aquí estaré :D
Un besin para las señoritas y los señores, abrazos y palmadas en la espalda tras un estrechón de manos jejeje!!
Nos vemos en los bares...

martes, mayo 09, 2006

Relato (XI)

Se acerca el fin... Pero aún no jeje!!

Lety no discutió, sabía que Paula con una cerveza de más era cabezona, cabezona, así que suspiró y clavó la mirada en Dani, que unos pasos por delante aguantaba estoicamente la charla apabullante de Carolina sobre cómo preparar un buen cóctel.

Nada más salir del bar, Carolina se colgó de su brazo, separándolo de Lety. Y empezó a soltarle un rollo impresionante sobre bebidas. Apenas le daba tiempo a asentir con la cabeza, porque ya había constatado que intentar introducir un monosílabo en la conversación era algo imposible. De vez en cuando, al volver la cabeza encontraba la mirada cómplice de Lety y eso le encantaba.

“Tal vez sea el momento de enterrar a Claudia.”

“Paula tiene razón, es el chico perfecto para mí.”


Llegaron al restaurante donde iban a cenar, era un restaurante italiano, Dani había estado allí con sus padres, así que sabía por experiencia que la cena iba a ser en condiciones.

Como de costumbre, llegó la última a la mesa, pero Carolina en un alarde de lucidez, cosa de la que le quedaba poca, le había dejado un sitio al lado de Dani, así que el susto inicial que había pasado al verse sentada lejos de Dani, desapareció.

Menos mal, pensé que me iba a seguir abrasando con el bacardi…
¡Jejeje! Cuando se emborracha es mortal, habla por los codos.
Ya lo creo.
No estaréis hablan… hablando de mi, ¿verdad?


Lety se disponía a contestar, pero Dani viendo que el vino había llegado, llenó dos copas y brindó con Carolina por la gran noche que iban a pasar.

Dani, por favor, luego se va a poner malísima.
No te preocupes; un cafetito con sal y una coca-cola y como nueva.
¿Café con sal? ¿Se lo dabas a tus amigos?
No…
Entonces, eres un poco burro.
No les dábamos café, los metíamos en el río para que espabilasen.


Lety abrió tanto los ojos que casi se le salen de las órbitas, Dani no pudo menos que estallar en una carcajada a la que se unió el resto de las chicas, nada más ver la cara de Lety…

Lety, hija, ¿has visto a Casper?
¿No habrás visto a algún bombón?
Venga Lety ¿qué te pasa?
Nada, chicas, nada.
¡Buuuu! Pues nada, seguid con lo vuestro.

Dani tuvo que mirar hacia otra mesa, pero aún así notó que los colores le subían por las mejillas.
La cena llenó y toda la mesa calló como por arte de magia. Ninguna conversación surgió mientras comían, así que Lety dejó algunas preguntas para el final de la comida.

Poco a poco, la conversación se fue reanudando y aprovechando el escudo que producían las palabras Lety pudo hablar con Dani…

¿Dani?

Dani se volvió hacia ella, estaba distraído haciéndole monerías a un niño pequeño que estaba sentado en otra mesa enfrente de él.

Dime.
¿Echas de menos a Claudia?


Miró al techo, sabía que esas preguntas iban a llegar, es más tenía la certeza de que tendría que contestarlas…

Al principio sí; tal vez a ella la echaba más de menos que al resto de mis amigos… Ahora, de vez en cuando me acuerdo de ella, pero ya no es un recuerdo tan fuerte, sino que es más bien, un recuerdo nostálgico… No sé si me explico…

Lety le sonrió y asintió, sabía que ya no pensaba en Claudia y eso le gustaba…

¿Y no has encontrado a alguna chica en esta ciudad que te guste?
Hay varias y la verdad cada vez que doy un paseo, me enamoro de alguna más.


Lety le golpeó juguetonamente en el brazo…

No te quedes conmigo, estoy intentando mantener una conversación seria.
La única chica que me interesa está sentada a mi lado…


Lety enrojeció hasta las orejas, aunque era eso lo que quería escuchar…

Creo que estás ya un poco borracho…
¿Por lo qué he dicho?
Si
– acompañó la respuesta con un movimiento afirmativo de la cabeza.

Dani sonrió y se recostó en la silla, la tentación de pasarle el brazo por la espalda, atraerla hacia sí y besarla fue muy fuerte pero se contuvo, aún no estaba seguro; además, las chicas haciendo los cálculos de la cena no daban pie a ninguna otra cosa.

¡Os he dicho que os invito!
No seas pesada, Pau, ya invitarás a tomar algo después.
Eso, tu calla y divide.



Veinte minutos más tarde, salían a la calle y ponían rumbo a la zona de movida de la ciudad. Salió el último, Lety a su lado, luchaba con la cremallera de su cazadora.

“Eso, mejor ponla… De todas formas estás impresionante.”

Lety acabó por fin de doblegar a la cremallera, mientras caminaban hacia el centro; en cuanto acabó se colgó del brazo de Dani.

Es para prevenir…
¿Prevenir?
Si, para que ninguna de esas brujas te rapte.
¿Me quieres para ti sola?
Hum… suena demasiado bien…


Lety se puso de puntillas y le besó en la mejilla…

Gracias…
¿Por qué?
Por haber venido, por pasar la noche conmigo…
No me las des, es casi un premio poder pasar esta noche contigo… además, nunca imaginé que te llevaría del brazo como si fueses mi chica.


Esta vez fue Dani el que le devolvió el beso en la mejilla…

¿Sabes bailar?
No se me da nada bien… A Claud…
Sigue, no importa…
Iba a decir que a Claudia la pisaba siempre, intentó enseñarme muchas veces pero era imposible, me falta coordinación y ritmo.
¡Jajaja! No te preocupes hoy te daré una clase intensiva.
No querría mancharte los zapatos.
No creo que les importe demasiado.


Aún riéndose entraron en la discoteca, en la que ya les esperaban las demás.

martes, mayo 02, 2006

Relato (X)

Cómo no quereis que se acabe, le estoy dando alguna vuelta de tuerca jejeje!! Espero que no os importe :D

“Diez minutos tarde… En fin, es una chica…”

Había llegado puntual, casi a la carrera y sin aliento, pero puntual… Por un instante una ráfaga de aire hizo que sintiese frío bajo su fina chaqueta.

¡Dani! ¡Eh Dani!

Se dio la vuelta esperando ver a Lety, pero no la vio, solamente vio a dos de sus amigas, una era Paula, la pelirroja, la otra no la conocía…

¿Llevas mucho esperando?
No… diez minutos…
Lo sentimos… Por cierto, Lety viene más tarde, tenía problemas con la ropa…


La sonrisa de Paula hizo que Dani se relajara, por un momento, pensó que Lety se había arrepentido y lo había dejado plantado…

Esto…
Soy Carolina, otra amiga de Lety.
Encantado, soy Dani.
Encantada.
Bueno hechas las presentaciones, que os parece si vamos hasta el bar.


Paula se cogió a un brazo de Dani y Carolina al otro, y los tres juntos se dirigieron al bar, donde las demás amigas de Lety les esperaban.
Mientras caminaban, las dos chicas notaron que Dani estaba un poco rígido y tenso…

No te preocupes Dani…
Lety nos dijo que te cuidáramos…
Y eso vamos a hacer…
Así que relájate, que no mordemos.
Aún…


Las dos chicas rompieron a reír al ver la cara de susto de Dani. Éste no las tenía todas consigo. Sin embargo, una vez que la cerveza y el calimocho empezaron a correr por la mesa, todos sus temores se desvanecieron y pudo comprobar de primera mano que Lety tenía razón con respecto a sus amigas…

“Son unas verdaderas marujas… pero buenas chicas…”

El tiempo corría despacio y aún no veía a Lety por ningún sitio; seguía la conversación con pinzas para poder contestar si le preguntaban o de vez en cuando introducir algún monosílabo o algún asentimiento de cabeza que dieran constancia de que estaba sentado con ellas.

Oye Dani, ¿y tu qué buscas en una chica?

La pregunta lo cogió desprevenido y por un momento no supo qué contestar…

Pues… no sé… que sea simpática, cariñosa… Vamos, lo que busca cualquiera ¿no?
Es decir, ¿qué esté buena?
Eso cuenta, pero casi prefiero ser capaz de mantener una conversación un tanto inteligente con ella, no sé si me entendéis.
¡Jejeje! Claro que te entendemos, buscas a alguien como Lety…
Eso es, como Le…


No acabó la frase, se dio cuenta de qué se la habían jugado; las chicas sonreían al verlo tan desconcertado. Ahora sí estaban seguras de que era el chico adecuado para Lety…
Pero Dani no había enmudecido sólo por el hecho de medio confesarse delante de desconocidas, sino por que acababa de ver a Lety entrar en el local…
Estaba preciosa vestida de negro, elegante, sexy… y un montón de calificativos que se perdieron en sus pensamientos.

Nada más entrar varios de sus amigos se acercaron a saludarla, los atendió condescendiente con una sonrisa en los labios, estaba demasiado contenta cómo para enfadarse con esos “buitres”. Acababa de descubrir a Dani sentado con sus amigas y le pareció encantador, la camisa le sentaba de maravilla y el pelo suelto le daba un aire distinto… Despachó cómo con prisa a sus amigos y se dirigió a la mesa dónde todo el mundo la esperaba…

¡Felicidades Pau!
Menos mal que llegas, ya pensábamos que nos habías abandonado.
¿Cómo iba a perderme un día tan especial?


Dani la miraba embobado desde que había entrado en el bar, no había sido capaz de pestañear, ni tan siquiera de apartar la vista de ella: su mirada, la sonrisa incluso el borde de la falda lo atraían como un imán…

Bueno chicas creo que es el momento de darle el regalo a Pau, ¿no?
¿No saludas a Dani?
Tranquilas está medio dormido…


En ese mismo instante, Dani regresó a la conversación…

No te preocupes por mi Paula, sobreviviré. Además yo también te he traído algo… Bueno en realidad, tengo algo para cada una de vosotras…

Todas sonrieron, estaba poniéndose colorado…

¡Que ilusión!

Dani le acercó el paquetito a Paula que le dio dos besos de agradecimiento…

Hay una un poco más grande y con más detalles que es la tuya… Las demás repártelas con tus amigas, pero deja que Lety escoja primero.
Eso haré…


Desenvolvió los regalos: sus amigas le habían comprado un pantalón y una camiseta; Dani le había echo una pulsera trenzada.

Cuando el barullo de los regalos acabó, Lety con su nueva pulsera en la muñeca se acercó a Dani…

Perdona por la tardanza… Espero que Caro y Pau te hayan tratado bien…
Han sido muy buenas anfitrionas, aunque…
¿Qué?
Nada… era una tontería…


Lety le miró con cariño, se acercó un poco más a él y lo besó en la mejilla…

Que te echaba de menos… Todo un día sin verte… era mucho…
No creas que ha sido fácil para mi… Teniendo que escoger entre toda la ropa, un modelito que te gustase… Por cierto, ¿cómo estoy?
Preciosa, encantadora…
Gracias… ¿Sabes? Me encanta la pulsera.


Lety levantó al muñeca donde se había anudado la pulsera…

Además hace juego con los pendientes.

Dani no pudo contener una leve carcajada…

Siempre pensando en el conjunto.

Lety hizo un mohín, lo que provocó nuevas risas, pero esta vez se rieron los dos juntos. En la otra parte de la mesa, las amigas de Lety hacían apuestas a ver cuanto tardaban en liarse…

No pasa de esta cerveza.
Pues yo creo que irá más despacio; Lety nunca fue muy lanzada y Dani no parece decidido.
Pero seguro que es antes de irnos para casa.
Eso seguro.


¿Dani?
Dime…
¿Cómo conociste a Claudia?


Dani se quedó mirándola… La pregunta lo había cogido desprevenido, no la esperaba y no sabía por dónde salir…

Es que… no sé… igual te apetece hablar sobre tus amigos… o igual he sido un poco tonta al preguntarte algo así…
No pasa nada. Simplemente me cogiste por sorpresa.


“La vi por primera vez una noche de viernes, el último antes de empezar el bachiller, había salido con todos los colegas para despedir el verano.
Ya sabes como son esas salidas… un descontrol total… Así que cuando la vimos a ella y sus amigas, enseguida empezamos a arrimarnos. Estaban muy bien y había que intentarlo. En esa ocasión me tocaba a mí, presentárselas a mis colegas.
La verdad que fueron muy simpáticas con nosotros, pasamos toda la noche juntos y alguna acabó sucumbiendo a las técnicas de ligoteo de algún colega.
En fin, que podía tratarse de unas conocidas, sino fuese por que el lunes que empezamos a clase, Claudia estaba en mi clase. Era nueva, había estado en un colegio de monjas que no tenía para hacer bachiller, así que se pasó para nuestro instituto que era el que mejor le quedaba…”


Lety le miraba sin pestañear, Dani, por su parte, cada vez parecía más ausente, más perdido en sus pensamientos, cómo en otra época. Tardó un rato en volver a hablar, Lety no le obligó a ello con preguntas, dejó que Dani retomara el hilo…

“Y el para coincidencias pues le tocó a mi lado en clase, iba antes que yo en la lista y nos tocó sentarnos juntos los primeros días. Pero después, cuando los profesores ya no tenían en cuenta el orden no nos separamos, seguimos sentados juntos.
Poco a poco, empezó a entrar en mi vida y yo en la de ella-, empezamos a coincidir los fines de semana en los mismos sitios, cada vez que nos veíamos, pasábamos más y más tiempo hablando…
Ya sabes… el roce hace el cariño y del cariño…”

Lety susurró el resto de la frase…

Y del cariño nace el amor más profundo…


“Empecé a echarla de menos por el mero hecho de no verla un domingo, de que no fuera a clase… Los abrazos, las caricias, fueron entrando en nuestra rutina… cada vez estábamos más unidos… hasta que un día…”

Dani se detuvo, pensativo, echó un trago de cerveza y posó la mirada en Lety…

Espero que no te aburras, porque vaya rollo que te estoy soltando.
En absoluto, me tienes encandilada con la historia.
¿Segura?
– Dani sonrió.
Por supuesto, continua por favor…

“Hasta que un día decidí hablar cara a cara con ella, me armé del poco valor que tenía y de un tirón le dije todo lo que sentía…
Aquella noche, estuvimos juntos por primera y única vez… Sin embargo, lejos de perder amistad, de perder, ya sabes, proximidad, nos unimos más y pasó a ser una relación un tanto especial entre amigos… Y así, hasta la última noche, antes de mudarme…”


Se quedó en silencio, Lety esperaba que siguiera, que le explicase muchas cosas, pero Dani ya no dijo más. Iba a interrogarle, pero sus amigas se levantaban para irse, así que dejo las preguntas para más tarde.

Cuando salieron a la calle, Paula se situó al lado de Lety y Carolina se llevó a Dani unos pasos por delante…

Cuenta, cuenta ¿de qué hablasteis?
De nada en particular, Pau.
Venga Lety, dimelo porfi, porfi.
Está bien, le pregunté sobre Claudia.
¿Claudia? ¿Quién es Claudia?
Una amiga que tenía, estaba loquito por ella.
Y tu estás loquita por él, así que espabílate. Aprovecha ahora en la cena, habla sobre ti y él y nadie más.
Pero Pau… no sé si…
No hay pero que valga...