Un poco de teatro....
Este fin de semana, sábado y domingo, lo he pasado en Tolivia, un pequeño pueblo asturiano que organizaba su segundo mercado tradicional.
Muchas risas, mucho calor, mucha Belenos (Cerveza rubia que hacen en el pueblo) y mucho teatro...
Aquí os dejo mi actuación :D (Yo hacía de hombre jejeje!!)
Aparece un Hombre sentado en un banco de cara al sol, hojeando una revista… Entra en escena un Ciego que camina ayudándose de su bastón. Se dirige al banco donde se encuentra el Hombre.
C: Buenas tardes.
H: (sin levantar al vista de la revista) Buenas.
C: ¿Le importa qué me siente?
H: No, en absoluto.
C: (Sentándose) gracias.
H: No hay por qué darlas.
El Ciego se acomoda en el banco. El Hombre sigue sumergido en su revista.
C: Es por el sol, ¿sabe?
H: (Levantando la vista) ¿Perdón?
C: Digo que es por el sol…
H: No le entiendo…
C: Me gusta este banco por el sol. Ahora con el buen tiempo vengo casi siempre a este banco, me gusta ver a la gente pasear.
H: (Le mira sorprendido) Perdone… ¿Ha dicho usted qué le gusta ver pasear a la gente?
C: Eso es.
H: ¿Y cómo lo hace?
El Ciego gira la cabeza y le mira fijamente. El Hombre, un poco cohibido, por la mirada del Ciego intenta seguir la conversación…
H: Quiero decir… bueno… usted es ciego ¿no?
C: De nacimiento.
H: Entonces ¿a qué se refería con lo de ver a la gente pasear?
C: Quería decir qué sentado de cara al sol puedo percibir la claridad, lo que me da pie a imaginarme a la gente que pasea en un día como éste.
H: Comprendo…
C: Por ejemplo, ha usted le he visto más de una vez, sobretodo en las tardes de lluvia…
H: Pero…
C:(Sin hacerle caso) …apoyado contra el quiosquo de la música, con los ojos cerrados y escuchando el sonido de la lluvia al caer.
H: Pero, pero…
C: ¿Acaso va a decirme qué es mentira?
H: No… Iba a decirle que está usted ciego.
C: Ya lo sé, no hace falta qué me lo diga.
H: Entonces… ¿Cómo sabe qué era yo?
C: No sabría decirle…
El Hombre niega con la cabeza, mira de hito a hito al Ciego y vuelve a sumergirse en la revista…
C: ¿Sabe por qué en los países del norte no hace tanto sol?
H: (Niega con la cabeza)
Se produce un silencio entre ambos, mientras el Ciego le mira, finalmente insiste…
C: ¿Lo sabe?
H: Le he dicho… digo no, no lo sé.
C: Pues dígalo, ya sé que me ha contestado negando con la cabeza, pero yo no lo puedo ver todo. Debe recordar que estoy ciego.
H: (un poco azorado) Lo… lo siento…
C: No se preocupe… ¿De qué hablábamos?
H: Me preguntaba si sabía por qué en los países del norte no hace tanto sol…
C: Ah sí, ya recuerdo. No hace tanto sol, por qué allí trabajan mucho y déjeme decirle que yo creo que el trabajo es la muerte disfrazada, que nos controla durante toda la vida para que no nos escapemos de ella.
H: ¿Qué le hace pensar eso?
C: Que en un país tropical solo hace sol… No sé da cuenta, allí como no tienen trabajo, pues hala a tomar el sol todo el día.
H: (Asiente entre confundido e interesado) Buena teoría…
C: ¿Usted qué cree?
H: ¿Yo?… Bueno… No creo que el trabajo sea la muerte, más bien es un medio para sobrevivir…
C: Si, bueno eso quisiera verlo yo. (Se ríe)
El Hombre vuelve a sumergirse en la revista, meneando la cabeza en señal de desaprobación.
Mientras tanto, el Ciego busca en los bolsillos hasta que encuentra una cajetilla de tabaco, duda un instante, y al final opta por ofrecerle al Hombre.
C: ¿Quiere?
H: (Levantando los ojos de la revista) No, gracias.
C: ¿No fuma?
H: No…
C: ¿Ni siquiera en ocasiones especiales?
H: No…
C: Todos debíamos hacer como usted.
H: ¿A qué se refiere?
C: A lo de no fumar. Ahorraríamos mucho: ni porquería para el cuerpo, ni cáncer de pulmón y lo mejor de todo, ni un euro para los ladrones de las tabaqueras. (Tras una breve pausa) ¿Y cómo lo ha conseguido?
H: ¿El qué?
C: Pues que va a ser, no fumar.
H: Mi hermano es fumador… Y tiene una tos que… bueno… que me pone los pelos de punta… Así que el tabaco cuanto más lejos mejor.
C: Le conozco de vista.
H: ¿Quéeeee? (Mira al ciego sorprendido)
C: Digo que conozco a su hermano de vista y qué tiene razón, muy mala tos…
H: Pero, pero… si usted es…
C: ciego. Ya lo sé, creo habérselo dicho antes.
El Ciego saca tranquilamente un cigarrillo de la cajetilla, se lo lleva a los labios y busca un mechero en otro bolsillo; mientras tanto el Hombre no da crédito a lo que ve.
H: ¿Se lo enciendo?
C: No hace falta, quédese tranquilo.
H: Pero, ¿cómo va a encenderlo?
El Ciego suspira…
C: Pues verá es muy fácil. Se coloca el cigarrillo en los labios como lo pongo ahora. ¿Ve? Bien. Ahora saco el encendedor del bolsillo. ¿Me sigue? Pues ahora prendo el encendedor y lo acerco a la punta del cigarrillo hasta que se quema un poco, entonces, aspiro un poco y… cigarrillo prendido.
El Hombre se frota los ojos y mira al Ciego entre asustado y alucinado…
H: Pero…
C: ¿Tiene alguna duda?
H: Usted no ve.
C: Eso me dijo la guardia civil cuando me paró conduciendo.
H: Queeee??
El Ciego se ríe con ganas. Da una calada al cigarrillo.
C: No se asuste, que es broma.
Le palmea el hombro mientras sonríe…
H: La verdad es que usted no parece ciego…
C: ¿Quién lo diría ¿eh?
H: Nunca lo hubiese imaginado.
C: Le cuento un secreto.
H: (Interesado) Cuénteme.
C: El señor cura me está ayudando con oraciones y la señora Mari…
H: ¿La bruja?
C: ¿Cómo dice?
H: Quiero decir… ¿la echadora de cartas?
C: Ella misma… Me vende un ungüento que me va a pedir de boca.
El Hombre sigue mirándo atónitamente al Ciego. Está a punto de decir algo, cuando el Ciego se mira la muñeca izquierda, tira el cigarrillo contra el suelo y se levanta…
C: Discúlpeme pero se me hace tarde. Nos veremos en otra ocasión.
H: Claro, nos vemos.
El Ciego se aleja agitando la mano en señal de despedida. El Hombre se queda sentado agitando la mano, después de unos segundos coge la revista, se levanta y se va en dirección contraria.
Muchas risas, mucho calor, mucha Belenos (Cerveza rubia que hacen en el pueblo) y mucho teatro...
Aquí os dejo mi actuación :D (Yo hacía de hombre jejeje!!)
Aparece un Hombre sentado en un banco de cara al sol, hojeando una revista… Entra en escena un Ciego que camina ayudándose de su bastón. Se dirige al banco donde se encuentra el Hombre.
C: Buenas tardes.
H: (sin levantar al vista de la revista) Buenas.
C: ¿Le importa qué me siente?
H: No, en absoluto.
C: (Sentándose) gracias.
H: No hay por qué darlas.
El Ciego se acomoda en el banco. El Hombre sigue sumergido en su revista.
C: Es por el sol, ¿sabe?
H: (Levantando la vista) ¿Perdón?
C: Digo que es por el sol…
H: No le entiendo…
C: Me gusta este banco por el sol. Ahora con el buen tiempo vengo casi siempre a este banco, me gusta ver a la gente pasear.
H: (Le mira sorprendido) Perdone… ¿Ha dicho usted qué le gusta ver pasear a la gente?
C: Eso es.
H: ¿Y cómo lo hace?
El Ciego gira la cabeza y le mira fijamente. El Hombre, un poco cohibido, por la mirada del Ciego intenta seguir la conversación…
H: Quiero decir… bueno… usted es ciego ¿no?
C: De nacimiento.
H: Entonces ¿a qué se refería con lo de ver a la gente pasear?
C: Quería decir qué sentado de cara al sol puedo percibir la claridad, lo que me da pie a imaginarme a la gente que pasea en un día como éste.
H: Comprendo…
C: Por ejemplo, ha usted le he visto más de una vez, sobretodo en las tardes de lluvia…
H: Pero…
C:(Sin hacerle caso) …apoyado contra el quiosquo de la música, con los ojos cerrados y escuchando el sonido de la lluvia al caer.
H: Pero, pero…
C: ¿Acaso va a decirme qué es mentira?
H: No… Iba a decirle que está usted ciego.
C: Ya lo sé, no hace falta qué me lo diga.
H: Entonces… ¿Cómo sabe qué era yo?
C: No sabría decirle…
El Hombre niega con la cabeza, mira de hito a hito al Ciego y vuelve a sumergirse en la revista…
C: ¿Sabe por qué en los países del norte no hace tanto sol?
H: (Niega con la cabeza)
Se produce un silencio entre ambos, mientras el Ciego le mira, finalmente insiste…
C: ¿Lo sabe?
H: Le he dicho… digo no, no lo sé.
C: Pues dígalo, ya sé que me ha contestado negando con la cabeza, pero yo no lo puedo ver todo. Debe recordar que estoy ciego.
H: (un poco azorado) Lo… lo siento…
C: No se preocupe… ¿De qué hablábamos?
H: Me preguntaba si sabía por qué en los países del norte no hace tanto sol…
C: Ah sí, ya recuerdo. No hace tanto sol, por qué allí trabajan mucho y déjeme decirle que yo creo que el trabajo es la muerte disfrazada, que nos controla durante toda la vida para que no nos escapemos de ella.
H: ¿Qué le hace pensar eso?
C: Que en un país tropical solo hace sol… No sé da cuenta, allí como no tienen trabajo, pues hala a tomar el sol todo el día.
H: (Asiente entre confundido e interesado) Buena teoría…
C: ¿Usted qué cree?
H: ¿Yo?… Bueno… No creo que el trabajo sea la muerte, más bien es un medio para sobrevivir…
C: Si, bueno eso quisiera verlo yo. (Se ríe)
El Hombre vuelve a sumergirse en la revista, meneando la cabeza en señal de desaprobación.
Mientras tanto, el Ciego busca en los bolsillos hasta que encuentra una cajetilla de tabaco, duda un instante, y al final opta por ofrecerle al Hombre.
C: ¿Quiere?
H: (Levantando los ojos de la revista) No, gracias.
C: ¿No fuma?
H: No…
C: ¿Ni siquiera en ocasiones especiales?
H: No…
C: Todos debíamos hacer como usted.
H: ¿A qué se refiere?
C: A lo de no fumar. Ahorraríamos mucho: ni porquería para el cuerpo, ni cáncer de pulmón y lo mejor de todo, ni un euro para los ladrones de las tabaqueras. (Tras una breve pausa) ¿Y cómo lo ha conseguido?
H: ¿El qué?
C: Pues que va a ser, no fumar.
H: Mi hermano es fumador… Y tiene una tos que… bueno… que me pone los pelos de punta… Así que el tabaco cuanto más lejos mejor.
C: Le conozco de vista.
H: ¿Quéeeee? (Mira al ciego sorprendido)
C: Digo que conozco a su hermano de vista y qué tiene razón, muy mala tos…
H: Pero, pero… si usted es…
C: ciego. Ya lo sé, creo habérselo dicho antes.
El Ciego saca tranquilamente un cigarrillo de la cajetilla, se lo lleva a los labios y busca un mechero en otro bolsillo; mientras tanto el Hombre no da crédito a lo que ve.
H: ¿Se lo enciendo?
C: No hace falta, quédese tranquilo.
H: Pero, ¿cómo va a encenderlo?
El Ciego suspira…
C: Pues verá es muy fácil. Se coloca el cigarrillo en los labios como lo pongo ahora. ¿Ve? Bien. Ahora saco el encendedor del bolsillo. ¿Me sigue? Pues ahora prendo el encendedor y lo acerco a la punta del cigarrillo hasta que se quema un poco, entonces, aspiro un poco y… cigarrillo prendido.
El Hombre se frota los ojos y mira al Ciego entre asustado y alucinado…
H: Pero…
C: ¿Tiene alguna duda?
H: Usted no ve.
C: Eso me dijo la guardia civil cuando me paró conduciendo.
H: Queeee??
El Ciego se ríe con ganas. Da una calada al cigarrillo.
C: No se asuste, que es broma.
Le palmea el hombro mientras sonríe…
H: La verdad es que usted no parece ciego…
C: ¿Quién lo diría ¿eh?
H: Nunca lo hubiese imaginado.
C: Le cuento un secreto.
H: (Interesado) Cuénteme.
C: El señor cura me está ayudando con oraciones y la señora Mari…
H: ¿La bruja?
C: ¿Cómo dice?
H: Quiero decir… ¿la echadora de cartas?
C: Ella misma… Me vende un ungüento que me va a pedir de boca.
El Hombre sigue mirándo atónitamente al Ciego. Está a punto de decir algo, cuando el Ciego se mira la muñeca izquierda, tira el cigarrillo contra el suelo y se levanta…
C: Discúlpeme pero se me hace tarde. Nos veremos en otra ocasión.
H: Claro, nos vemos.
El Ciego se aleja agitando la mano en señal de despedida. El Hombre se queda sentado agitando la mano, después de unos segundos coge la revista, se levanta y se va en dirección contraria.
8 Comments:
1. ES TEATRO, solo por eso me apasiona
2. Curioso e inquietante, eso me gusta mas.
besos
Vaya con el ciego... a mí que el hombre ha sido objeto de una cámara oculta...
Bueno yo he visto, y esto es real, un tipo que sin brazos ni pies se encendía un cigarrillo con una cerrilla en unos pocos segundos. Así que todo es posible.
¿El autor eres tú?
Me ha gustado. Yo no voy al teatro pero cuando voy salgo fascinado.
Si, Bito, lo escribí yo... Era para unas escenas de "teatro de calle" que no duran más de diez minutos jeje!!
Juju Creo que me puedo imaginar la cara del hombre :P Te venia a echar la bronca para que actualizases, pero veo que no hizo falta :P Un beso wapo
Varo!
que me has tenido en suspenso y con un trabajo en espera que ni te cuento!!!
ahh pero que delicia tener u respiro en tu compañía;)
besos!!!!!!
Hmm I love the idea behind this website, very unique.
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Hallo I absolutely adore your site. You have beautiful graphics I have ever seen.
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