Apareció...

Entre la noche de fiesta y de celebración,
entre las risas y el alcohol,
entre empujones y pérdidas de control,
entre toda la gente, apareció...

"Mira qué niña..."
"¿No la conoces?"
Movimiento de hombros para mostrar incredulidad, "¿Debería conocerla?"
"Pues sí tio, pues sí"

De repente, sin saber como ni porque estaba frente a nosotros, sonreía de oreja a oreja con esa carita de niña buena...
"Lucy, este es..."
"Ya nos conocemos"

Claro que nos conocemos, claro que nos vimos antes... No puedo creer qué esté ahí de pie, sonriendo como la primera vez...
Los segundos se tornaron en minutos, los minutos en horas, las horas se perdieron en el tiempo...
Y allí de pie, devolviéndo la sonrisa a un ángel...

"¿No me vas a dar dos besos?"

De vuelta a la tierra... Entre medio idiotizado y medio dormido, asiento lentamente con la cabeza, asimilándo aún su pregunta...
"Por supuesto... Faltaría más"

El roce de sus labios en mi mejilla aún quema, el roce de los mios en su piel la hizo temblar...

"Bueno, ¿Qué tal? Hace tiempo que no os pasais por aquí"
"Ya sabes con el cuento de los exámenes, pues la verdad, no es que haya salido mucho de casa."
"¿Qué tal las notas? Mi hermana aprobó todas a las que se presentó."
"Ei! Yo también."
"¿Y cuántas fueron?"
"Tres"

Me mira divertida, se ríe, niega con la cabeza y murmura...
"No tienes remedio..."

Se despide con otros dos besos, sin dejar de sonreír, sin dejarme olvidar la primera vez que la ví alejarse de mí, sin olvidar que a veces, el calor de los besos dados, sobrevive al invierno...