AHÍ QUEDA ESO....

Una islita de las cosas que nunca se dirán...

Nombre:
Lugar: Asturias, Spain

lunes, agosto 29, 2005

Sueño II

¿Quééééééé? Pero ¿qué paso ayer? No consigo recordar nada. Se supone que cuando haces algo con la chica que te gusta, lo tienes que recordar, aunque estés completamente borracho. Pero yo no recuerdo nada, nada y no puedo poner como excusa al alcohol...
“Bueno, anda voy a vestirme, aprovecha y cámbiate. Estoy en la habitación por si quieres algo o cambias de opinión respecto a los pantalones”.
Se aleja por el pasillo, la camiseta apenas consigue taparle nada y con cada paso puedo admirarla mejor. La contemplo embobado mientras se aleja, bueno más bien centro mi mirada en la parte final de la camiseta, hasta que desaparece en la habitación. Y ahí sigo en la puerta de la cocina, con unos pantalones llenos de café y otros limpios en la mano, intentando discernir el pasado.
Como un imbécil, me cambio los pantalones y los echo a lavar. Sigo pensando en lo que me has dicho pero no logro reaccionar. Supuestamente tendría que correr como un loco hacia la habitación, entrar y...... Bueno el resto se adivina.
Pero no puedo, estoy completamente aterrado. ¿Te habré forzado a venir? No lo creo porque sino no me dirigirías la palabra. Igual te diste un golpe y estas loca; no tampoco tiene mucha lógica. Lo más seguro es que sea cosa de mi imaginación, tantos días solo que ya no sé lo que me ocurre.
Un miaguido me saca de mi abstracción, es mi gato, tendrá hambre. Me apresuro a cambiarle el agua, limpiarle la caja y echarle más comida. Apenas finalizo estas tareas, cuando te escucho abrir la puerta de la habitación. “Bueno, ya nos veremos, voy para casa, si hoy te apetece salir, llámame ¿de acuerdo?”
Me acerco a la puerta antes de que te vayas, con el gato en el cuello, nada más verlo le haces alguna carantoña. Antes de irte, mis labios reciben un beso para evitar más preguntas. Cuando te vuelves para despedirte, ya en la escalera, no puedes reprimir una carcajada: Sigo en el umbral, con el gato en el cuello, con una sonrisa de idiota y los ojos a punto de caerme de las cuencas. No me esperaba el beso, y por el efecto que me ha causado, parece que en lugar de un beso, me hayas quitado la mitad del cerebro. A duras penas, consigo despedirme y te sigo con la mirada hasta que desapareces escaleras abajo, tardo unos minutos en reaccionar y en cerrar la puerta, ya que aún resuena tu risa en la escalera. Lentamente regreso a la cocina, a limpiar todo lo que he ensuciado en apenas cinco minutos que he estado en ella. Mientras lavo las tazas, friego el suelo y recojo la mesa, sigo pensando en lo que ha pasado. Sigo sin recordar nada, así que intento a base de golpes en la cabeza recordar. Parezco un cavernícola, seguro que ellos eran más civilizados. Después de casi romperme la cabeza, solo consigo sacar en claro que necesito una aspirina o mejor, necesito una caja entera.
Vuelvo para mi habitación, aun sigo pensando; las aspirinas han conseguido aplacar el dolor, pero creo que he conseguido un buen chichón.
Al entrar en la habitación, me encuentro una leonera, todo esta revuelto: mi cama, la de mi hermana, la mesa del escritorio, la del ordenador, todo absolutamente todo.
¿Qué habremos hecho? Esta pregunta es más sencilla de contestar, la respuesta parece tan obvia que no pienso ni un momento en que pueda ser verdad. ¿Y por que no? ¿No somos amigos? Me asaltan estas preguntas, pero enseguida las dejo como secundarias, ya que lo que más me interesa es saber lo que paso anoche.

Estaba navegando en mis pensamientos, cuando sentí el timbre de la puerta. ¿Quién será? Despacio me acerco a la puerta, miro por la mirilla... Es un colega, le hago pasar. Cierro la puerta tras él y nos dirigimos hacia la cocina. Le ofrezco una cerveza que acepta encantado y yo, como soy tan previsor, me tomo otras tres aspirinas para prevenir el futuro dolor de cabeza. Durante unos minutos, me mira, noto sus ojos inquisidores.
- ¿Qué?
- ¿Qué de qué?
- ¿Anoche?
- ¿Anoche qué?
- Joder tío, estas tonto o simplemente me vacilas.
- No sé de que narices me estas hablando.
- Venga, que somos colegas.
- ¿Qué se supone que te tengo que contar?
- ¿Ella esta aquí?
- No ya se ha ido.
- Entonces, ¿qué tal? ¿Es buena? ¿Cariñosa? ¿Lo pasasteis bien?
- Esto es peor que la policía.
- Venga, por favor.
- De acuerdo, te lo contare todo.
- Genial.
- No me acuerdo de nada. Fin de la historia.
- ¿Qué? Me tomas el pelo.
- Y ahora, para tu casa que tengo que hacer la comida.


Balbuceando un triste pero, pero, lo arrastro hacia la puerta sin miramiento alguno. Ya me extrañaba su visita, había sido enviado en plan espía para obtener la primicia, aunque no sé que primicia piensa obtener. Cuando abro la puerta mi colega cae al suelo como un saco de harina. Tu estas delante de la puerta, tu dedo índice se dirigía al timbre. Los ojos casi se me salen de las orbitas. Es una situación bastante divertida: tú con cara de circunstancia, yo con cara de atontado y mi colega con cara de payaso. De una patada lo empujo fuera de mi casa, y en la misma acción te agarro del brazo y te hago pasar. La puerta se cierra de un portazo mientras mi colega grita: Alucinante, así que es verdad; Ya me contaras, mamón.
A medida que las risas se alejan por la escalera, consigo volver a situarme. Acabo de cogerte del brazo, por lo tanto no puedes ser un fantasma.
Lo siento pero se me ha olvidado el móvil.
Te encaminas lentamente a la habitación. En tu camino te encuentras con el gato, al que acaricias y le haces alguna carantoña para después desaparecer dentro de la habitación. Sigo como un idiota, agarrado al pomo de la puerta, cuando consigo reaccionar me dirijo hacia la cocina, acabo de darme cuenta de que tengo hambre.
Mientras caliento un poco de pasta en el microondas sigo pensando en ti y en anoche ¿qué pasó? Ya no es una simple pregunta, es como una piedra que me presiona la cabeza. Necesito respuestas y las quiero ya, ahora mismo sin esperar. No me doy cuenta de que le estoy hablando a un microondas.
De repente siento otra vez, ahora en mi cintura, unos brazos, supongo que son los tuyos y por segunda vez en este día, siento tus labios en mi cuello.
Me preparo para defenderme de ti, me giro, vuelvo a tener esos ojos muy cerca de mí. Un escalofrío me recorre cuando me besas, a duras penas consigo separarme. Me aparto de ti, dejando la mesa de la cocina entre nosotros. ¿Qué te pasa? Estas muy raro. Quédate a comer y te lo explico. De acuerdo voy a llamar a mi madre.
Vuelvo a seguir tus pasos con la mirada. Respiro hondo, he conseguido alejarte unos minutillos. Salgo de mi trinchera para poner la mesa y buscar algo más para comer.

Transcurre unos minutos y no das señales de vida. Justo cuando acabo de preparar la comida, apareces sonriente por la puerta. No tengo nada que hacer, me tienes para toda la tarde. Vuelvo a abrir los ojos desmesuradamente, se me van a caer de las cuencas como sigas con esa sonrisa picarona en la cara.
Nos sentamos a comer, uno en cada esquina de la mesa, pero no aguantas mucho en tu puesto y te acercas. Ninguno de los dos dice nada mientras comemos. Al acabar mientras sirves un poco de café para mí y para ti te preparas un nesquick, ahora ya sabes donde se guarda; intento ordenar mi cabeza para empezar a interrogarte.
- ¿Por qué estas tan raro?
- ¿Raro? Yo diría desconcertado. ¿Qué pasó?
- ¿Cuando?
- Anoche.
- ¿Ya no te acuerdas? Pensé que te acordarías, por que no estábamos borrachos, ni tu, ni yo.
- Para el carro. Yo ayer no salí de casa.
- ¿Seguro?
- Si te lo aseguro.
- Esta bien. Trata de concentrarte ¿vale?
- De acuerdo.

5 Comments:

Blogger Isthar said...

¡¡Me tienes intrigadísimaaaaa!!

Quiero saber cómo puede alguien olvidarse de algo parecido ;)

¿Estás mejor? Espero que sí :)


MUACKSSSSSSSSSSSSSSS

15:06  
Blogger Alea jacta est said...

A ver cuando nos cuentas una historia completa es que nos dejas intrigados siempre.
Espero q tu gripe se haya ido

16:04  
Blogger Jefe said...

Ainsssssss, no tardes en poner el siguiente... toy enganxaó!!!!!
Ya te has recuperado???

09:33  
Blogger Alvaro Bode said...

Mejor ya estoy ;)

Aunque, ya sabeis, después d euna gripe uno acaba destrozaillo jejej!!

Mañana miércoles os cuelgo el siguiente trozito, lo prometo! :D

17:07  
Blogger Beck said...

Y no se acuerda de nada de nada?
Que habrá pasado en esa casa que todo era un despelote?
mmmm... me imagino cosas que pudieron pasar, cada una mas perversa que la otra.
Bueh... saludos, espero que la aspirina le haya ayudado con su resaca.
Saludotes.
Nos leemos (eso espero)
Adios!
=)

Beck.-

20:33  

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