AHÍ QUEDA ESO....

Una islita de las cosas que nunca se dirán...

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Lugar: Asturias, Spain

viernes, agosto 19, 2005

Guerra en fiestas II

(como sé que sois unos y unas cotillas... :D)
La plaza del ayuntamiento se había convertido en una gran “piscina” llena de espuma. Ahora las jiras acababan así, en la espuma.
Nada más verla, él se soltó de su mano, ella lo vio correr hacia la piscina y echarse en el suelo a nadar mientras gritaba:
“Me voy para Marruecos, ¿alguien quiere que le traiga para porros?”

Cuando se levantó estaba lleno de espuma, parecía una gran pompa de jabón.
“Te encanta hacer el bobo ¿verdad?”
“¿A ti no te gusta?”

Ella le miró, por segunda vez en la tarde, intentaba picarla. La reacción no se hizo esperar, le golpeó a la altura del estómago, consiguiendo doblarle, lo que él aprovechó para pellizcarle el trasero.
“¡Ehhhhh!”
La bofetada a mano abierta sonó a su alrededor. Nada más pegarle, se dio cuenta de lo bestia que había sido.
“Perdona, se me escapó.”
“No te va a salir tan barato el perdón.”

Ella sabía lo que quería y volvió a besarlo por enésima vez aquella tarde. Se abrazó a él, ya que eran casi las diez de la noche y ya estaba un poco frío.
“Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un chico.”
“¿Es un cumplido?”
“Tómatelo como tal.”

Se miraron, los ojos dispararon ternura y amor, que se alojó en sus corazones. De repente una sombra cruzó su cara.
“¿Qué pasa?”
“Seguramente, el lunes me marche para Barcelona.”
“¿Con tu hermana? ¿La que me llamó bicho raro?”
“Si, la misma que viste y calza.”
“Puedo esperarte un mes…”
“Estoy estudiando allí.”
“¿Entonces no te volveré a ver?”
“No lo sé… Créeme si te digo que me encantaría volver a verte.”

Se besaron en silencio, sin prisa; el tiempo corría en su contra pero se lo tomaron con calma.
“¿Puedo enseñarte algo que me aprendió un amigo que es policía?”
La miró sorprendido, leyó en sus ojos que quería retomar las armas. Asintió. Rápidamente, ella le puso la zancadilla y lo tiró al suelo, se sentó sobre él y con una sonrisa pícara exclamó:
“¡Te he vencido! ¿Te rindes?”
“Jamás.”

Le besó, pero no dejó que disfrutara del momento.
“¿Te rindes?”
Unos labios sedientos, volvieron a negarse.
“¿Y ahora?”
Esta vez el beso se prolongó; ella había ganado. Con la orquesta de fondo, siguieron besándose…
Sentados en el suelo, rodeados de espuma, habían llegado al paraíso que ambos ansiaban conocer de la mano del otro.

3 Comments:

Blogger Alea jacta est said...

Siento que tu historia de amor se haya truncado de ese modo, pero no te preocupes que seguro que pronto encuentras a la persona ideal. Mientras llega ese día siempre podremos seguir retando a la noche y a las estrellas una vez más ¿te apuntas? a ver si esta vez consigo aguantar más tiempo en pie que tú. jajaja

17:35  
Blogger Isthar said...

¡¡Quiero que la vuelvas a ver!! JOOOOOOOOO

Los encuentros así son demasiado mágicos para que se disipen con un hasta nunca...

Yo quiero creer, seguro que tú también :)

21:34  
Blogger Karla said...

Hola! Me encantó esa historia ;) Me encanta, me encanta, me encanta !!! Se me arrugó el corazón y quiero que esta historia continúe, asi que tienes que verla de nuevo ok ... Pasaré por aquí cada día hasta que sigas escribiendo ...
Saludos y besos
KArla

23:08  

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